LA COMARCA
La Comarca de La Siberia
La comarca de La Siberia está situada en el extremo nororiental de la provincia de Badajoz, limita al norte con tierras de Cáceres y Toledo, al este con Castilla-La Mancha, al sur con la comarca de la Serena, y al oeste con las Vegas Altas del Guadiana.
Es la Siberia Extremeña un entorno natural privilegiado, que además ostenta la condición de paraíso ornitológico. No debe obviarse tampoco la riqueza patrimonial, cultural, artística y gastronómica que de inmediato despierta la fascinación de todo aquel visitante que se adentra en La Siberia. Y es que la Siberia aúna descanso y ocio, una riqueza a todos los niveles que convierte a este bello rincón en una maravilla digna de ser descubierta.
Dentro de sus límites se encuentran situados cinco de los grandes embalses de la cuenca Hidrográfica del Guadiana, Cíjara, García Sola o Puerto Peña, Orellana, Zújar y La Serena, el agua embalsada en estos pantanos asciende a 6.397 Hm3, con lo que la comarca es una de las zonas con más kilómetros de costa dulce de Extremadura.
Los términos municipales que componen La Siberia están conformados a su vez por 26 entidades singulares de población, de las cuales 18 responden a la tipología de capitales municipales y 8 a pedanías. A 1 de enero de 2022 la población total de la comarca era de 23.229 habitantes.
Cómo llegar
Historia y patrimonio
Las tierras de la comarca de la Siberia han estado pobladas desde tiempos inmemoriales hasta la actualidad. La riqueza de sus montes y llanos, la presencia constante de agua y su biodiversidad, así como la existencia de pasos naturales en los ríos Guadiana y Zújar, han favorecido la ocupación humana en los diferentes períodos y etapas históricas.
Entre los primeros hallazgos de la prehistoria, se encuentran, por ejemplo, el tesorillo áureo de Navalvillar de Pela en oro. Las sierras de Herrera del Duque, Talarrubias, Navalvillar de Pela y, sobre todo, los montes que marcan la transición al Valle de Alcudia son claros ejemplos de abrigos con pinturas rupestres. Destacan entre todas ellas las representaciones de carros y armas del Peñón del Buitre. También aparecen guerreros, armas (escudos, espadas, lanzas y a veces arcos) y elementos propios del ajuar funerario como fíbulas, espejos, peines, navajas de afeitar…
De la época romana existen, dos grandes núcleos urbanos documentados hasta la fecha en la zona: Lacimurga Constantia Iulia, identificada con el Cerro de Cogolludo (Navalvillar de Pela) y villa de La Sevillana en Esparragosa de Lares.
Las tierras que hoy conocemos como Siberia extremeña pertenecieron al reino musulmán de Toledo hasta que fue conquistado en 1085 por Alfonso VI, rey de Castilla y León. Sin embargo, al estar este territorio tan alejado de la capital toledana, no se incorporó en esta fecha a Castilla, sino que quedó entre cristianos y musulmanes; es decir, en la frontera.
En esta zona, los musulmanes construyeron o repararon una serie de fortalezas estratégicamente situadas en, Puebla de Alcocer, Puerto Peña y Herrera del Duque.
Dolmen de Valdecaballeros
Visitar el Dolmen de Valdecaballeros es sumergirse en la prehistoria, donde las piedras antiguas guardan secretos que despiertan la imaginación y nos conectan con las raíces de nuestra historia.
Se trata de un sepulcro colectivo neolítico, construido con grades piedras verticales hincadas en el suelo. Consta de un estrecho pasillo que da paso a una cámara en forma circular. Todo ello iba cubierto de un túmulo de tierrra que lo hacia pasar desapercibido al exterior.
Castillo de Puebla de Alcocer
El castillo de Puebla de Alcocer es un imponente castillo con un emplazamiento elevado desde el que se domina una amplia panorámica sobre la tierra de los pantanos del Guadiana y del Zújar. Su origen no está nada claro. La restauración de la fortaleza la efectuó el maestre Don Gutierre con posterioridad a 1449.
El castillo tiene planta poligonal irregular y está construido sobre algunas afloraciones rocosas que le sirven de cimientos y de muralla natural. Del castillo se destaca la majestuosa Torre del Homenaje, de planta cilíndrica, donde se puede observar en lo más alto el blasón con las armas de las familias de los Zúñiga y los Sotomayor.
Castillo de Herrera del Duque
El castillo de Herrera del Duque se ubica en la cumbre de la Sierra de Chamorro, de 745 metros de altura, que le permite dominar una gran extensión de terreno de las provincias de Córdoba, Badajoz y Ciudad Real. Se trata de un castillo de la época almohade, tiene forma de polígono irregular de 8 lados. Sus muros tienen una altura media de 12 metros por 3-4 de grosor, con una única puerta en la cara este. Predomina la piedra en mampostería por hiladas en el interior y en el exterior del castillo.
Conserva aún el baluarte un aljibe abovedado, así como algunos restos de las dependencias exteriores e interiores, tales como mazmorras o el patio de armas.
Centro histórico de Siruela
En el centro de la población de Siruela se sitúa un conjunto histórico destacable formado por varias edificaciones emblemáticas: La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Antigua, levantada en el siglo XIV en estilo gótico, con elementos mudéjares, el Convento de las Clarisas, fundado sobre un anterior beaterio en 1530, con una portada de estilo herreriano, el Palacio de los Duques de Fernán Núñez, donde se distingue, en medio del frontón de remate de la portada, un escudo, con las armas heráldicas de Velasco, de la Cueva, Medrano y Zúñiga. Otra construcción singular es la capilla del Hospital de San Francisco, conocido como Hospital del Perulero por haber sido fundado con los bienes que dejó por su testamento el indiano Don Francisco de Vargas. Únicamente se conserva la iglesia, iniciada en 1590 y acabada en 1617, con portada de estilo herreriano, y convertida hoy en Centro Cultural. En la misma plaza quedan como restos del ayuntamiento viejo del siglo XVI una galería porticada y la torre concejil o torre del reloj.
Centro histórico de Talarrubias
El carácter histórico de Talarrubias le ha legado un importante patrimonio artístico, del que conviene destacar la Iglesia de Santa Catalina, que data del S. XVI y que supone una combinación de estilos mudéjar, gótico y renacentista. Próxima se halla la llamada Casa del Patio, un antiguo convento franciscano con fachada barroca. También destacan como obras religiosas de Talarrubias la Capilla del Carmen —con trabajos en yesería y una cúpula de estilo rococó—, y ya en las afueras la ermita de San Roque y la ermita de la Coronada.
Puente de la Mesta de Villarta de los Montes
En el pantano de Cijara en las inmediaciones a Villarta de los Montes se encuentra el grandioso puente mudéjar de la Mesta. Una construcción de finales del siglo XIV de 225 metros de longitud y 16 arcos principales (27 en total), que se encuentra debajo de las aguas del embalse, haciéndose visible cuándo las aguas bajan. Estuvo destinado al paso de ganado trashumante desde el norte de la península, hacia Extremadura, a través de la Cañada Real Segoviana
Cultura y tradiciones
Museo del Gigante Extremeño.
El «Museo del Gigante Extremeño» se encuentra en las dependencias de la Casa de la Cultura de Puebla de Alcocer, en la calle Fray Juan de la Puebla, cuenta con dos salas, una de exposición y otra audiovisual.
Es un lugar único, donde puedes disfrutar de los grandes carteles (de casi 4 metros ) que servían de soporte publicitario al circo donde pasó parte de su vida el Gigante Extremeño, ver una réplica del bastón que utilizó Agustín en vida, contemplar el par de botines que le regaló el rey Alfonso XII, además de numerosos objetos y noticias relacionadas con la vida del Gigante.
Fiestas de Interés Turístico Regional “La Encamisá”.
Esta fiesta, declarada de Interés Turístico Regional de Extremadura, se celebra en Navalvillar de Pela, cada 16 de Enero. Ese día, a las 8 de la noche, con repiques de campanas y estruendos de cohetes, comienza la pasión de todos los sanantoneros: comienza La Encamisá.
Juntos, peleños y forasteros, dan vivas al santo patrón: San Antón Abad, guardián de la fiesta, en ese momento los corazones de todos los participantes explotan de júbilo y alegría.
Tres horas por delante, faltan aún para el término de la fiesta, unos a caballos, otros en burros y muchos en la infantería. Tres horas donde la alegría, la hospitalidad, las hogueras, el vino y los biñuelos no faltarán en ningún momento.
La Encamisá conmemora la victoria de los peleños sobre un ejército árabe cuando estos, en sus conquistas por la península, intentaron invadir el pueblo.
Bien de Interés Cultural “Los Auroros”.
En Garbayuela, una veintena de hombres de diferentes edades mantiene una tradición ancestral, saliendo a cantar por sus calles al amanecer. Son “Los Auroros”, pertenecientes a una hermandad en la que se distinguen los hermanos activos, que se levantan de madrugada a cantar las coplas y a rezar el rosario durante los periodos establecidos, y los pasivos, vecinos que pagan una cuota para el sostenimiento de la Hermandad y en cuyas puertas cantan estos Auroros. Se levantan a las cinco y media de la madrugada y recorren todo el pueblo cantando sus más de 40 coplas, acompañados con guitarras, bombo y su elemento más significativo, la campanilla. Se trata de una fiesta declarada Bien de Interés Cultural con Carácter Inmaterial que se mantiene en muy pocos sitios.
Bien de Interés Cultural “Fiestas Patronales de San Antonio Abad”.
La localidad de Peloche celebra sus fiestas patronales en honor a San Antonio Abad cada año entre el 16 y 18 de enero. Las fiestas han sido declaradas Bien de Interés Cultural como patrimonio inmaterial. Se trata de una festividad religiosa y popular de culto al patrón de los animales que se celebran hace más de tres siglos.
Cada 17 de enero día de San Antón, Peloche despierta con las brasas de las hogueras anunciando el día grande de las fiestas patronales. Los danzantes son los encargados de despertar al pueblo con música y baile. Son siete jóvenes que, ataviados con la tradicional vestimenta de danzante, castañuelas, cascabeles y al ritmo de su música interpretan la danza ritual, de 300 años de historia, en honor a su patrón.
Gastronomía
La gastronomía de La Siberia es la cocina de un pueblo pegado a su tierra, que vive en perfecta simbiosis con la naturaleza a la que cuida y respeta. Fruto de este cuidado y respeto es el extenso recetario de platos típicos de la Siberia basados en productos de la tierra, como el cordero, quesos, miel, aceite, setas y la caza.
Debido a la tradición ganadera de la Siberia, la caldereta de cordero (o de cabrito) es un referente de nuestros platos, una carne de la más alta calidad, sin “aditivos artificiales”, mimada, sin prisas, sólo puede ofrecer como resultado un plato reconocido por los paladares más exigentes.
La riqueza faunística se recoge en un amplio recetario basado en carnes de caza, guisos de jabalí, arroz con liebre o perdiz, son manjares que nos ofrece la madre naturaleza y que los siberianos saben aliñar con maestría para conseguir auténticas joyas gastronómicas. La caza proporciona además unos suculentos chorizos de jabalí o ciervo, tasajos, … Estamos en la comarca española con más kilómetros de costa interior por lo que, son famosos también los platos que tienen como base el pescado procedente de sus cinco “lagos”, como el escarapuche.
Otro de los productos que nos regala esta tierra es la miel, libada de la exuberante flora su presencia es abundante en la amplia gama de deliciosos dulces. Candelillas, flores, canutos, rabos de calabacín, junto con almendradillos, rosquillas, “retorcíos”, bollos, chaquetías y otros muchos harán las delicias de los paladares más golosos.
Migas, pucheros varios, gazpacho, ajoblanco, manitas de cordero, torta de chicharrones, arrope, sepulturas, no hay espacio para desgranar un variado y rico abanico de sabores y texturas arraigados en las más profundas de nuestras tradiciones; y no hay mejor opción que recorrer nuestros pueblos y paladear y disfrutar de un recetario tan extenso, la cocina de La Siberia.
Naturaleza
Reserva de la Biosfera de La Siberia.
Las reservas de la biosfera son una distinción que otorga la UNESCO, a territorios o comarcas geográficas, por ser representativas de un entorno de gran valor y conservación, en las que se pretende desarrollar un plan que garantice el mantenimiento de sus valores, pero a su vez implique un desarrollo económico y social del territorio, una apuesta por conciliar la conservación de nuestros paisajes, dehesas, montes, etc, con el desarrollo económico y social de los habitantes del territorio y sus generaciones futuras.
Municipios que forman parte de la Reserva de la Biosfera de al Siberia: Castilblanco, Fuenlabrada de los Montes, Garbayuela, Helechosa de los Montes, Herrera de Duque, Puebla de Alcocer, Risco, Sancti- Spíritus, Tamurejo, Valdecaballeros y Villarta de los Montes.
La distinción de la UNESCO es una marca de calidad para el territorio, que lo avala por su patrimonio natural, cultural, paisajístico y productivo y su compromiso por el desarrollo sostenible. Una herramienta para incrementar su calidad de vida y su sentimiento de orgullo por ver reconocido su patrimonio. La reserva de la biosfera es la herramienta que pone a disposición la UNESCO para promover el desarrollo socioeconómico de territorios.
Embalses:
14 de las 18 localidades de la comarca tienen sus términos municipales ocupados, en mayor o menor medida, por las aguas de los cinco grandes pantanos que regulan las aguas del Guadiana en La Siberia: Cijara, Puerto Peña, Orellana, La Serena y Zújar, son algunos de los más importantes embalses de España por su capacidad y convierten nuestra comarca en el lugar con más kilómetros de costa dulce del país.
El embalse de Cijara, fue construido en 1956 en el río Guadiana, en el enclave denominado Portillo del Cijara, en el límite fronterizo de las provincias de Badajoz, Cáceres, Ciudad Real y Toledo.
Ubicado en los términos de Helechosa de los Montes y Villarta de los Montes y, con sus 1.505 Hm3, constituye el segundo mayor pantano de la comarca. Tiene una extensión de 6.565 hectáreas, es una presa de gravedad, planta recta y de hormigón, ubicada en una excelente cerrada, de 295 m de longitud en coronación y 80,5 m de altura. Cuenta con dos centrales para producción hidroeléctrica, situadas a pie de presa y en sendas márgenes.
Esta circundada por una abrupta orografía, con densas masas forestales de vegetación autóctona y serranías, que forman parte de la Reserva Regional de Caza de Cijara (25.000 Has.). En él se viven especies como el black-bass, el lucio, la carpa, el barbo, la pardilla, etc…
También conocido como García Sola, construido en 1962, en el cauce del río Guadiana, se encuentra situada sobre la que puede considerarse última alineación cuarcítica de Los Montes de Toledo, la Sierra de la Chimenea. La presa, de hormigón y planta recta, tiene 65 m de altura y 245 m de longitud en la coronación, excelente relación de la que se obtiene una bella obra de ingeniería.
Baña las tierras de Helechosa de los Montes, Castilblanco, Herrera del Duque, Valdecaballeros, y Talarrubias. Se extiende por 3.550 hectáreas con grandes roquedos alrededor, que configuran parajes de gran belleza, almacena 554 hectómetros cúbicos catalogados como coto nacional, donde se celebran concursos de pesca nacionales e internacionales. En sus aguas abundan los lucios, carpas, black-bass, barbo, boga, percasol, etc.
El embalse de Orellana fue construido en 1961, inunda una superficie de 5.084 Hectareas, con una capacidad de agua embalsada de 808 Hm3. Se sitúa en un entorno más abierto y suave que Cijara y Puerto Peña y está declarado Zona de Especial Protección de Aves y Zona Húmeda incluida en el “Convenio Internacional Ramsar”. Es coto nacional y es famoso por sus grandes carpas, destacando, además, el percasol, el barbo, el lucio, el black-bass, la boga. Se sitúa en las localidades de Talarrubias, Casas de Don Pedro, Puebla de Alcocer, Esparragosa de Lares y Navalvillar de Pela.
Ubicada entre Esparragosa y Castuera, fue construida en los años sesenta (1964). La presa del Zújar está situada sobre una cerrada topográficamente mala, que requirió incluso un muro lateral presa del collado) en la margen derecha. La capacidad original del embalse del Zújar, de 725 hm3, se mostró insuficiente ante las irregulares aportaciones del río, mínimas unos años y extraordinarias otros, de manera que se construyó la presa de La Serena, en pleno vaso de ésta, con lo que la capacidad citada más arriba se redujo a los actuales 302 hm3. Desde que está en explotación el embalse de La Serena, este otro se mantiene a una cota alta y sin apenas variaciones, con aguas limpias y oxigenadas y conformando un lago artificial que mejora el propio uso.
La Serena
La Serena es una gran presa y un gran embalse. Llevada a cabo en la segunda mitad de los años ochenta, con una altura de 91 m y 580 m de longitud en coronación, genera un enorme embalse de 3.219 hm3 de capacidad, un lago artificial que se extiende por las comarcas de La Serena y La Siberia, casi rodea al cónico cerro de Masatrigo en la confluencia del Guadalemar con el Zújar.
Ambos embalses ocupan parte de los términos municipales de Esparragosa de Lares, Puebla de Alcocer, Siruela, Sancti-Spíritus, El Risco y Garlitos. En sus aguas viven especies como el barbo, lucio, carpa, black-bass, boga y otros.
Cerro Masatrigo.
El Cerro Masatrigo es una formación geológica muy llamativa por su figura cónica prácticamente perfecta. Si a esto añadimos que tras la construcción de la Presa de La Serena se convirtió en una península en medio de las aguas del embalse, ha pasado a ser un lugar emblemático de la comarca de La Siberia.
El Cerro Masatrigo se encuentra en Esparragosa de Lares y ha sido declarado como Monumento Natural de Extremadura.
Parque Periurbano Moheda Alta.
La finca Dehesa de Moheda Alta, propiedad del Ayuntamiento de Navalvillar de Pela (Badajoz), fue declarada Parque Periurbano de Conservación y Ocio mediante el Decreto 35/2001, de 6 de marzo del 2001, pasando así a formar parte de la Red de Espacios Naturales Protegidos de Extremadura.
La variedad paisajística existente en su entorno (dehesas de encinas, regadío, cultivos de cereal de secano, pastizales, olivares, bosques de ribera, embalses, ríos y arroyos) favorece la presencia de numerosas especies de fauna y flora silvestre. En especial, la alternancia entre zonas de dehesa y regadío ha propiciado que se haya convertido en la principal zona de invernada de la Grulla común – Grus grus en Extremadura, acogiendo la población más importante de toda la región y una de las más importantes de la Península Ibérica.
Corredor Ecológico de Biodiversidad Río Guadalupejo
El río Guadalupejo, desde su nacimiento, a la altura de Guadalupe, hasta su desembocadura, en el embalse de Valdecaballeros, posee unos valores naturales de notable importancia desde el punto de vista ecológico y paisajístico. Es de destacar el perfecto estado de conservación del tramo alto y bajo del río, en los que podemos encontrar formaciones vegetales de gran importancia, como pueden ser, entre otras, las galerías ribereñas termomediterráneas, los bosques galería de Salix alba y Populus alba, los bosques de fresnos, los bosques alubiales residuales (Alnus glutinosa) y los prados mediterráneos de hierbas altas y juncos.
Dentro del apartado faunístico, cuenta con gran cantidad de especies, entre las que podemos destacar: Nutria, Musaraña, Gato Montés, Garduña, Cigüeña Negra, Buho Real, Autillo, Águila Calzada, Águila Culebrera, Milano Real y Común, Elanio Azul, Azor, Gavilán, Cernícalo Primilla, así
como gran cantidad de aves acuáticas, como el Somormujo Lavanco, Cormorán Grande, Zampullín Chico, Cigüeñuelas, Chorlito Gris, Chorlitejo Chico y un largo etcétera. En el apartado piscícola podemos destacar la abundancia de Pardillas y Cachuelo.
La Charneca del Cuquil
La charneca del Cuquil es un ejemplar de lentisco (de nombre científico Pistacia lentiscus) que, debido a su tamaño e importancia, se declaró árbol singular en 2014. El lentisco es un arbusto de 1-2 metros de altura que si se le deja crecer libremente puede llegar a los 6-7 metros. La charneca del Cuquil tiene una edad estimada de 250 años, y sus dimensiones son de 7 m de alto, 10 m de diámetro de copa, 1,66 m de perímetro normal. La copa es globosa, muy densa y enmarañada, le faltan algunas ramas secundarias y se pueden ver oquedades y cicatrices propias de ejemplares de su edad. Se trata del ejemplar más valioso de la especie en Extremadura y uno de los más destacados de la Península Ibérica. Habría que trasladarse a los bosques de Turquía, con ejemplares muy viejos, para encontrar ejemplares que le superen en tamaño.
Reserva de Cijara
En el extremo nordeste de la provincia de Badajoz, en los términos municipales de Helechosa de los Montes, Herrera del Duque, Fuenlabrada de los Montes y Villarta de los Montes, se encuentra ubicada la Reserva Regional de Caza de Cijara.
Actualmente, la Reserva cubre una superficie total de 25.000 hectáreas, con 180 kilómetros de perímetro. La altitud máxima de la Reserva se alcanza en el cerro de Cantos Negros, con 849 metros, donde existe un vértice geodésico de primer orden. El resto de la superficie se cubre con un relieve accidentado que oscila entre los 550 y 800 metros. En la gran depresión central se sitúa el curso del río Guadiana, que cruza la Reserva en dirección SE-NO.
Entre la fauna, rica y variada, encontramos como mamíferos más representativos, el ciervo, el gamo, corzo, el jabalí y el lince. Entre las aves, el águila real, el buitre negro y leonado, el alimoche, la cigüeña negra y la perdiz roja española, entre otras.
La caza, gestionada por la Junta de Extremadura, está permitida en la Reserva sobre las especies cinegéticas autorizadas.
La práctica deportiva de la pesca está permitida en el embalse de Cijara, ofreciendo múltiples posibilidades con especies como la carpa, barbo común y comiza, black-bass, lucios y bogas.