Castilblanco

Entre su patrimonio destacamos la Iglesia de San Cristóbal que se encuentra en el extremo occidental de la población. Años antes de la construcción de la iglesia, hubo en su lugar un castillo, denominado el Castillo de los Blancos, que dio nombre al pueblo.

Su núcleo urbano, aún conserva construcciones árabes en los barrios de Picocerro y Perchel. En sus vías pueden encontrarse pequeñas casas con techumbres de teja árabe. Para la conservación y exposición de enseres histórico-tradicionales Castilblanco dispone de la Casa Museo Etnográfico. Otro enclave a visitar es la Iglesia de San Cristóbal, de estilo mudéjar.

La arquitectura religiosa también se halla presente en los alrededores, cortesía de la Ermita de San Matías, situada junto a una antigua cañada de la Mesta, utilizada como descansadero para el ganado, La Ermita alberga asimismo tallas de San Cristóbal y Santa María. En torno a esta se celebra la fiesta de Los Ranchos en Mayo, de origen neolítico y muy concurrida por los habitantes de la localidad.

Entre sus fiestas destacan el Auto de Reyes, la fiesta de la Candelaria en febrero, la romería de “Los Ranchos” el primer fin de semana de mayo, siendo entre sus fiestas la más popular, las fiestas patronales en honor a San Cristóbal en agosto y las ferias de Cristo en Septiembre.

La gastronomía de esta localidad destaca por sus quesos y su pastelería, de reconocido prestigio. Son sus quesos, elaborados con leche cruda de cabra u oveja, un producto excepcional, que recibe la Denominación “Queso de Castilblanco”, distinción otorgable no solo al elaborado en la localidad, sino también a otros de la comarca, lo cual no hace sino destacar la sublimidad de este producto.